2008-03-23

Un chicano a la cabeza de la literatura inglesa


Como buen rebelde, Bill Memo Nericcio siempre ha cruzado fronteras: físicas como las que cruzaba de niño entre Laredo y Nuevo Laredo; literarias yendo entre la literatura en inglés y en español; e intelectuales como profesor en la Universidad Estatal de San Diego.

“La literatura es la historia de los rebeldes”, dice. “Crecer en el sur de Texas definitivamente ha creado una rebeldía en todos los aspectos de mi vida intelectual. Creces en un espacio dual que te hace cambiar fácilmente entre, por ejemplo, Johnny Carson y Siempre en domingo, entre The Simpsons y El Chapulín Colorado”.

Nericcio dice que tratará de promover ese aire internacional al estudio de la literatura ahora que ha sido nombrado como el primer chicano jefe del departamento de Inglés y Literatura Comparada en Universidad Estatal, uno de los más importantes y más activos en la universidad.

Inició en su nuevo puesto a finales de agosto. La asignación de Nericcio como jefe del departamento, en general, ha sido bienvenida por sus colegas.

“Él trae una amplia perspectiva cultural al departamento”, dice Federico Moramarco, un profesor de inglés, jubilado, que ha sido mentor de Nericcio. “Los estudios literarios han cambiado dramáticamente en las últimas décadas y Bill ha sido una parte central de esos cambios”.

Para Phillip Serrato, el otro chicano en el departamento de Inglés y Literatura —sólo son dos— Nericcio es un modelo a seguir al tenerlo como jefe.

“En general creo que alentará un ambiente donde los profesores y los estudiantes intenten nuevas ideas. Hará que trabajar en el departamento sea más divertido.”

Nericcio, de 45 años, es nieto de un inmigrante siciliano que, a cambio de la ciudadanía estadounidense, fue enviado a proteger la frontera durante la Revolución Mexicana. Ahí su abuelo conoció a una mexicana, se casaron y se establecieron en Laredo, donde Nericcio nació y creció.

Recibió su grado de doctor en literatura comparada por la Universidad de Cornell, donde uno de sus mentores fue el escritor Carlos Fuentes. Llegó a Universidad Estatal de San Diego o SDSU en 1991. Vive con su esposa y sus dos hijos adolescentes cerca de la universidad.

En sus clases, Nericcio enseña temas y libros fuera del canon tradicional de la literatura. Un día puede analizar historietas y otro día puede meterse con la nueva música latina.

“Para él todo es literatura: desde los mensajes de texto que envías desde el celular hasta las entradas en tu blog”, dice Amy Ebersole, estudiante de tercer año de literatura y sicología que ha tomado clases con él.

En la universidad hay alrededor de 750 profesores. De esos, 67 son latinos, cuatro de ellos jefes de departamentos académicos, incluyendo a Nericcio. En el departamento de inglés, alrededor de 20 por ciento de 680 estudiantes son latinos, dice Nericcio.

Mientras que el estereotipo del profesor de literatura es el del hombre aburrido que se la pasa todo el día leyendo novelas, Nericcio hace que la literatura tome vida en el salón de clases.

A principios de este año Nericcio publicó Tex[t]-Mex: Seductive Hallucinations of the “Mexican” in America (University of Texas Press, 2007), un libro que analiza los estereotipos de los mexicanos en la televisión y en el cine.

El nuevo cargo de Nericcio representa un paso adelante para los chicanos en los pasillos de la academia, lugar donde, hasta hace poco, han estado casi invisibles.

“Los intelectuales chicanos están recibiendo reconocimiento en disciplinas en las que antes no eran reconocidos”, dice Adelaida del Castillo, jefa del departamento de Estudios Chicanos en SDSU.

Como jefe de Inglés y Literatura Comparada, Nericcio se encargará de representar al departamento y de la administración diaria.

Con el cargo, podría dejar de dar clases. Sin embargo, este semestre prefirió dar el seminario titulado Naked Surrealisms, donde los estudiantes leerán novelas sicológicas de Fuentes, Foucault y Vonnegut y verán filmes de Alfred Hitchock.

Todo esto es para el deleite de los estudiantes y principalmente, dice sin tapujos, de él mismo.

“No quiero dejar el salón de clases. Me considero un estudiante al que le pagan por aprender todos los días.”

Tomado de: Mienlace.com

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