2007-07-18

Amadeo Vives - La canción del Ruiseñor

De Wikipedia: Zarzuela, género lírico-dramático español, en el que se alternan escenas habladas, otras cantadas y bailes incorporados.



Francisquita:
Ese es mi nombre.

Fernando:
Nombre divino.

Cardona:
Ya me parece que está en camino.

Fernando:
Yo quiero daros explicaciones,
pues me figuro que algún bribón
mi nombre honrado tomó el menguado
para fingiros pasión.

Cardona:
¡Pues vaya modo de comenzar!
¡Lo ha echado todo, todo a rodar!

Francisquita:
¡Ah! ¡Ah! ¿No era "usté"?

Fernando:
Juro que no.

Francisquita:
Alguien, entonces, lo simuló.

Fernando:
Ningún recado yo os he mandado,
ni a vuestra reja vine jamás.

Cardona:
Todo el zurcido se ha descosido.
¡Bien lo merezco; no lo haré más!

Francisquita:
No os sofoquéis, Fernando,
que acaso la invención
fue de alguien que ha querido
hacer la imitación
de un cuento que mi abuela
solíame contar.
¿os divierten los cuentos?
¿Lo queréis escuchar?

Era una rosa que en un jardín
languidecía de casto amor
por un ruiseñor,
mientras un zángano zumbador,
a enamorarla desde el panal
todas las tardes venía al rosal.
Y, al ver la rosa que el ruiseñor
amor sentía por otra flor,
al zángano infeliz, cuando venía,
la rosa decía:
ese ruiseñor
soberbio y cantarín,
cuando tú no estás,
señor, en el jardín
viene a mi rosal y en esta rama
me dice que me ama.
Y, aunque creo yo,
creo yo que con su pico miente,
jamás, jamás cantó
un trino ni un gorjeo tan valiente.
¡Ah! ¡Ah!, etc.

Fernando:
¿Y después, y después que pasó?

Cardona:
Eso mismo digo yo.

Francisquita:
Que el pobre zángano, más infeliz,
aunque más viejo que aquella flor,
llamó al ruiseñor,
para quejarse de su actitud
y amenazarle con su aguijón,
si no sabía callar su pasión.
Desde el día aquel, supo el ruiseñor
de la rosa ser tierno trovador,
y enfrente del rosal, desde aquel día,
el pájaro decía...

Fernando:
Este ruiseñor,
este ruiseñor
prendado está de ti.

Francisquita:
¿Cómo pudo ser,
cómo pudo ser,
si nunca vino aquí?

Fernando:
Vine a tu rosal
y en esta rama
te dice que te ama.

Francisquita:
Me dice que me ama.

Fernando:
Te dice que te ama.

Francisquita:
Y, aunque creo yo,
creo yo que con su pico miente,
jamás, jamás cantó
un trino ni un gorjeo tan valiente.

0 comentarios: